sábado, 21 de abril de 2012

Un nuevo compañero de piso

Se llama "Fuyu", como el de la historia interminable. 
Era de noche y Anaí bajó al primer piso para buscar un libro que se había olvidado. No pasaron ni cinco minutos cuando la oí gritar escaleras arriba. Me asusté y salí a ver qué pasaba. Sólo vivimos nosotras dos solas en todo el edificio, no sabía qué podía ser. Anaí me dijo que había visto algo abajo y bajamos otra vez las dos juntas. Nos quedamos en el pasillo y en pocos minutos, de una de las habitaciones salió un gatito asustado. Me acerqué con cuidado y él empezó a restregarse en mis piernas y a pedir mimos. Lo cogimos y lo llevamos a casa para darle algo de comida y agua. Nos cogió confianza en seguida, está completamente loco, es muy jovencito y nos muerde las piernas cuando caminamos por el piso, no nos deja en paz. Me recuerda a mi Lase cuando era pequeño. A la mañana siguiente cuando me levanté ya se había ido... Qué penita, pero supongo que tendrá una casa, parecía estar muy acostumbrado a la gente. 
Al siguiente día por la tarde, cuál fue mi sorpresa cuando lo oigo maullar y dar un salto desde el edificio de al lado hasta la ventana de nuestro comedor ¡Había vuelto! Es más majo... Creo que tenemos un ocupa en casa, pero no importa, es muy gracioso :)

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