Este
país me sorprende cada día más y no en un buen sentido. Tengo una
alumna de 24 años a quién su familia ha decidido casar, así, de un día
para otro y sin consultarle si quiera. Ella no quiere, de hecho, tiene
novio desde hace más de tres años, pero sus padres no aceptan que se
case con alguien que no pertenece a su misma casta. Son marwaris, y
dentro de los marwaris son jains, debe ser de lo mejorcito de la tierra.
Se trata de una comunidad muy estricta y ortodoxa, se basa en la no
violencia y otros principios muy respetables, olvidándose por completo
de la felicidad y reduciendo cualquier capacidad intelectual de las
mujeres a la pura obediencia de su padre y de su marido una vez casada.
Durante
la semana pasada esta chica ha estado recibiendo visitas de la familia
de su supuesto futuro marido. Por lo visto el acuerdo sólo sigue
adelante si ella pasa el test al que la someten la familia de él (su
madre, su tío, su tía, su abuela, su cuñada... Todas las opiniones
cuentan, excepto la de ella). Tras la aprobación de la familia, ella por
fin ya puede encontrarse con él (algo que le hace sentir afortunada ya
que mucha gente no tiene el privilegio de conocer a su marido antes de
la boda). A todo esto aún nadie le ha preguntado si ella quiere casarse.
Se entrevistó con él el otro día, dice que le estuvo preguntando sobre
su vida durante dos horas, a ella no se le permite hacer preguntas, pero
por lo que él le ha querido contar no tienen absolutamente nada en
común. Su madre le dice que no se preocupe, que con el tiempo ella hará
que a él también le gusten las cosas que le gustan a ella. El problema
es que ella ya tiene a alguien así. A ella no se le permite decir que no
y desobedecer significaría que su familia le retirara la palabra para
siempre. Dice haberlo intentado todo; llorar, suplicar, dejar de
comer... Pero de nada sirve, su familia no cambia de idea, están
convencidos de que su infelicidad es lo mejor para todos. Está muy
asustada, mañana le darán los resultados del examen compuesto por dos
partes: la nota de la familia de él y la de él. Ella dice que sólo
espera que él diga que no. Pero eso no es posible, ella es una chica muy
guapa y encantadora, nadie le diría que no. Si mañana el chico dice que
sí, ella estará comprometida y se acabó. La vida que le ofrece éste, a
diferencia de la que le ofrece su novio, supone vestir un sari y
encerrarse en casa para el resto de su vida, teniendo que pedir permiso a
su marido para cualquier cosa que quiera hacer; se acabaron todos sus
planes y, por supuesto, también se acabaron las clases de español.
Después tendrá que decirle a su novio que tiene que casarse
involuntariamente con alguien a quien no conoce.
No
puedo explicar la rabia que siento, se me hace un nudo en el estómago
el sólo pensar que no puedo hacer nada y que nadie va a impedirlo. Le
deseo toda la suerte del mundo.