miércoles, 14 de diciembre de 2011

15 de diciembre de 2011


Hola a tod@s!!

Yo con mogollón de niños encima.

El lunes pasado estuve visitando una guardería a la que van unos niños muy especiales y quería compartirlo con todos vosotros. En el último tiempo en Bangalore he conocido a unas personas muy interesantes que forman parte de un proyecto muy bonito, en el que ayudan a las familias de personas afectadas de lepra, quienes además viven de la caridad y viven en una muy humilde casa reformada por la asociación. Al llegar a la guardería los niños nos recibieron, literalmente, con los brazos abiertos, al igual que sus maestras. Resultaba increíble ver cómo les hacía felices nuestra presencia y se lanzaban a nuestros brazos para jugar con nosotros. Después repartimos una bolsa con comida para cada una de las familias, esta fue la primera vez que he visto personas afectadas de lepra, a muchos les faltaban todos los dedos, de las manos y de los pies. Y no sólo eso, además de la pobreza que sufren y de la pérdida continúa de su cuerpo, se enfrentan cada día al rechazo social, por eso agradecen tanto nuestras visitas y nos estrechan las manos cómo quien se agarra a una cuerda de la que su vida depende. Fue una experiencia tan impactante que no encuentro las palabras para describirla, sin embargo en muchas de las caras de estas personas vi cosas que nunca antes había visto en rostros que no sufren problemas de tal embergadura, eran felices. Me asombró su facilidad para expresar su alegría en unas condiciones tan duras, a las que, estoy segura, ninguna del resto de personas que conozco, incluyendome a mí, sería capaz de sopotar. También visitamos una de las casas y caminamos por las estrechas calles en las que vivien estas famílias. 
Los niños de la guardería.
Así se tiende la ropa en su barrio.