miércoles, 9 de noviembre de 2011

Un mes más tarde...





5 de noviembre 2011

De alguna manera empiezo a sentirme cómoda en esta ciudad, a penas me molestan los ruidos, cada vez me dan menos asco esos olores, he perdido el miedo a cruzar las calles (nunca creí que diría esto) y la lógica india me molesta cada día menos, pero sigo sin entenderla. 

Anjuna Beach, Goa. Un vaca en la playa.
Anaí y yo hemos pasado una semana en Goa ¡por fin he podido disfrutar de un atardecer en el mar!, ha sido como un paréntesis entre tanto estrés bangaloril. Hemos conocido a un montón de aventureros que sin pensarlo dos veces han dejado sus trabajos y sus vidas en sus respectivas ciudades y se han metido en la apasionante aventura de viajar durante un largo tiempo alrededor del mundo. Me han hecho pensar en lo bonito y atractivo que resulta romper con la estabilidad y seguridad que nos da el día a día para descubrir que más de interesante hay en la vida, qué otras cosas podemos encontrar en el mundo. Pero no sólo eso, también hemos disfrutado de la playa y de las cálidas aguas del mar arábigo. También he aprendido a conducir una moto que me alquilaron sin problemas por 200Rp, unos 3€, todo el día. Al principio me daba miedo pero en seguida aprendí a esquivar vacas por la carretera y a tocar el claxon como la que más. Sin embargo no todo podía ser tan perfecto, a cambio de tanto placer hemos tenido que alimentar a un regimiento de chinches en contra de nuestra voluntad. Mordieron cada milímetro de nuestras extremidades sin ningún tipo de piedad, nuestros movimientos eran cada vez más parecidos a los de los pobres perros pulgosos que habitan Bangalore, hemos estado rascándonos desesperadamente durante casi una semana, noche y día. Sin duda, hasta hoy es el peor bicho que me ha picado, me cuesta imaginar que la malaria sea peor que esto!
Si Gandhi levantara la cabeza...
Trabajo muchas horas y lo único que me preocupa es aprender mucho como profesora y adquirir la experiencia necesaria para poder transmitir mis conocimientos de la manera más efectiva posible. Hoy ha venido una representante del Cervantes para controlar el funcionamiento de la escuela, nos ha dicho que esta es una muy buena oportunidad que nos va a hacer crecer mucho a nivel profesional. Esas palabras me han ayudado a justificar porqué trabajo tantas horas por tan poco dinero y en una ciudad como esta. Por suerte mis alumnos son muy majos y me divierto mucho enseñándoles, creo que están aprendiendo y que les gustan mis clases. Es algo que, al igual que a nuestro queridísimo Juan Carlos, me llena de orgullo y satisfacción. 

He conocido por casualidad otros españoles que también viven en Bangalore. Es bonito ver que hay otra gente metida en una aventura parecida a la mía. También he visto un puesto de venta de productos hechos por mujeres de la fundación Vicente Ferrer, me han animado a ir a visitarles y me han entrado muchas ganas de hacerlo. Espero tener pronto unos días para ir a verlos y conocer al niño que mi madre tiene apadrinado. Creo que esa puede tratarse de una visita muy interesante para conocer la fundación y saber cómo funciona realmente.

Por cierto ¡hoy por fin ya tenemos nevera! ¡Y funciona!

No hay comentarios:

Publicar un comentario